Problema 2038: Cuenta regresiva para el colapso del tiempo



Ahora faltan menos de 24 años para la llegada del Problema del 2038. ¿De qué se trata esto? El Y2038 afectará la forma en la que se representa el tiempo en la mayoría de las computadoras, programas y dispositivos tecnológicos.
Los software codificados con programación C -una forma popular y sencilla de crear programas- tienen un formato para almacenar información de 4-bytes que les permite manipular, almacenar y tener cierta noción del tiempo. Esto es lo que, por ejemplo, hace posible que podamos configurar la hora y el uso horario en las computadoras. Este tipo de programación establece el comienzo de los tiempos a las 12.00.00 am del 1 de enero de 1970 como referencia. Este es el valor 0 y cualquier fecha se expresa como la cantidad de segundos que pasaron desde ese entonces. Traducción: el valor 919642718 representa 919.642.718 segundos, que serían las 4.18.38 pm del domingo 21 de febrero de 1999.
Lo práctico de este sistema es que permite calcular la distancia entre dos fechas en segundos para después traducirlo a medidas más prácticas como minutos, horas, días, meses y años.
El problema es que este sistema tiene un límite de 2,147,483,647 segundos -que coincide con el 19 de enero de 2038-. Al llegar a este valor, la cuenta empezará a ser negativa o a arrojar números inválidos, y aquí es donde entra en juego la magnitud de sistemas de datos que pueden padecer problemas.
Sucede que no sólo podrían dejar de funcionar los relojes de muchas computadoras que corran con sistemas de 32-bits, sino que también entrarían en jaque bases de datos, protocolos de comunicación, smartphones, redes de transporte, equipos industriales, electrodomésticos… todas herramientas tecnológicas de las que dependemos y a las que manejamos -¿o nos manejan?- cotidianamente.
A pesar de contar con 24 años de ventaja, los especialistas se rascan la cabeza y ya empiezan a pensar cómo evitar este problema. Por lo pronto, es bueno saber que todas las computadoras que corran sistemas operativos en 64-bits no se verán afectadas por el Y2038. Pero, como detallamos arriba, esto involucra algo mucho más grande que aquellos aparatos que descansan sobre nuestro escritorio.
Sería necesario actualizar la configuración de muchos otros equipos para evitar un vacío tecnológico que podría detener parcialmente el funcionamiento de internet, entre otras cosas. Hay quienes ya plantean la necesidad de invertir un trillón de dólares para renovar los equipos y reducir las consecuencias del Y2038. Algo como un millón de billones: 1.000.000.000.000.000.000 (sí, hay 18 ceros detrás de ese uno).
Lo cierto es que no hay que entrar en pánico, todavía. Falta mucho para la llegada de esta gran confusión tecnológica, y existen medidas para aplicar paulatinamente de manera que no representen un gasto tan abismal.
En caso de que no corramos con esa suerte, puede que dentro de 24 años volvamos a vivir desconectados y a practicar un estilo de vida cercano al de la cultura Amish.

El problema Y2K: qué pasó hace 14 años

La llegada del nuevo milenio también estuvo acompañada de un dilema de programación informática. En ese entonces, como medida preventiva a nivel mundial, se invirtieron 308 billones de dólares.
A pesar de esta preparación, se reportaron algunos inconvenientes curiosos en distintos lugares del mundo, relacionados con el efecto que generó el problema Y2K. En Australia, por ejemplo, dejaron de funcionar las máquinas para validar boletos de colectivo en dos estados; Estados Unidos vio cómo 150 traga-monedas en Delawere quedaron fuera de funcionamiento; y el servicio meteorológico de Francia, Meteo France, marcaba 1/1/19100 como fecha en su sitio oficial.
El debate sobre la real magnitud del incidente encontró las aguas bien divididas: algunos pensaron que se trató de un gasto desmedido, mientras otros justificaron el alerta y las medidas gubernamentales para reducir su impacto.
Ninguno de los sucesos involucrados al problema del año 2000 fue extremadamente grave. Con respecto a Y3028, sólo resta esperar y ver.

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